Cuando la noche     

 

Amo la noche
que en vez de extraviar
me descubre.
Desnuda.
Desviste el mundo tan sutil
que ni se nota.
Lo oscuro que no es más que luz
tímida,
encogida,
pequeña, la amo.
Parecemos ausentes pero estamos aquí
sin vernos
¡Qué maravilla es un tacto invisible!

Una voz sin rostro pero sentida.
Espantamos los grillos que dan alaridos anunciándonos
sin que se publique que hacemos
mirando la noche,

mirando nada más,

llenándonos de negrura que al final es luz,
fuego encendiéndonos por dentro.

Es nuestra la noche
con su propia y silenciosa vida de sombras amorfas
que nos llaman.
Alargarla quisiera
y pasear por ese paraje infinito
que desnuda,

que expone,
sin que nos veamos.

Amo la noche por misteriosa
que en vez de perderme
camina conmigo.


Managua Nicaragua 2016