Paraíso equivocado
Has decidido vivir como divinidad.
Te has programado para ser glorificado.
Exiges postración y rodilla a tus súbditos
De este mundo.
Y pagas en dólares y euros su esclavitud.
Tu lugar del Olimpo es una mansión electrónica
a prueba de zancudos y otros insectos.
Puedes comprar sin licitar desde imperios
a conciencias.
Afirmas que -todo tiene un precio que puedes pagar-,
y asi lo repiten tus súbditos.
Escuchas nada mas tu interior embalsamado
de errores,
porque has confiscado a los otros el derecho de hablar.
Si quieres reir contratas a los hacedores de risa,
Si quieres llorar,
Llamas a los psicólogos de la tristeza.
Casi todo lo tienes bajo control
en tu pequeño y acondicionado cielo,
ese equivocado paraíso,-altar de tu orgullo-
donde día a día inviertes,
tu propia vida
e inmolas la de los demas.
Que gracia, que luchando a empujones por ganar un lugar en la historia,
Dejes como legado
Muros derruidos,
Fotografias quemadas,
Rencor, dolor, decepcion,
Y un pueblo,
Que lo que menos quiere,
Es recordar
Que alguna vez exististe.